Historia, Relaciones Externos, y Reconocimientos
La Fundación Espacios Verdes, se creó en 1991 y en 1993 sus fundadores, poseedores de algunas tierras en plena sierra de Comechingones, donaron 250 has a la fundación para la realización del Proyecto 2000, Centro de Estudios e Investigación-Reserva del Tabaquillo.
En el año 2000, se colocó la piedra fundamental, acto en el que participaron diversos sectores gubernamentales, organizaciones intermedias y parte de la comunidad. Emplazada en un lugar emblemático dentro de la Villa de Merlo, fue y aún lo es, foco de intereses diversos; conjugándose costumbres nativas, con servicios ambientales como provisión de agua al 60% de la ciudad, conservación de la biodiversidad, actividades turísticas de las que viven guías y baqueanos, y tantos otros bienes sociales más. En aquel momento la existencia de reservas privadas con fines comunitarios no era tan conocida, por lo tanto produjo cierta desconfianza el hecho de que se pudiera armonizar lo privado y lo público sin que hubiese intenciones ocultas. Lo abierto y simple del proyecto en su concepción filosófica, produjo un rechazo para muchos, transmitiendo poca credibilidad en su concreción. Esto trajo inconvenientes, con la propuesta y la invitación a participar. Los derechos adquiridos de los lugareños que se manifiestan desde entonces, requieren un trabajo de constancia diaria y tolerancia en las diferencias, para poder lograr un orden territorial mediante un plan de manejo para la Reserva, donde conviva la educación, la concientización, la investigación y el turismo sostenible. El impacto social es el punto más importante y delicado que debemos cuidar. El protagonismo del Gobierno de San Luís y el del Municipio de la Villa de Merlo, es fundamental en todo este proceso de adaptación entre todas las partes. El rol que tienen las Universidades locales, nacionales , asesoramiento técnico de JICA ( Agencia Internacional de Japón) atreves de sus Voluntarios Seniors, fundamentado en la investigación y la educación, pudo ayudar a las diversas áreas a organizarse para cumplir los objetivos, para mejor comprensión de la población. Mostrando así, necesidades y obligaciones de cada habitante y visitante del lugar. La Reserva fue creada como un sueño casi utópico, pero que intenta ser un ejemplo para estimular a otras voluntades de cualquier lugar del mundo que crean en el desarrollo del ser humano y el cuidado del ambiente. Si se logra el trabajo conjunto basado en la libertad con responsabilidad y respeto, llegaremos o llegarán las generaciones futuras a disfrutar espacios tan especiales como es la Reserva de Mogote Bayo. Hoy, después de 22 años, volvemos más maduros y más claros, con un aprendizaje basado en hechos positivos y negativos, que nos ayudó y seguirá alimentando el crecimiento Institucional, con la esperanza de que este gran apoyo cristalice el objetivo central: La armonía entre los hombres y la naturaleza para una mejor calidad de vida. |
Un poco más de historia
En mayo de 1991, se trasladaba la cruz de Mogote Bayo a caballo, aunando los esfuerzos de la comunidad y la Iglesia, para lograr emplazarla en el cerro del mismo nombre de la Reserva. Una vez alcanzado el lugar de emplazamiento y habiendo colocado la cruz, se celebra una misa en acción de gracias, encabezada por el Padre Pica. Fue un hecho histórico cultural importantísimo en la sociedad Merlina, ya que pudo lograrse con el esfuerzo de todos. En noviembre del mismo año se instaló el Vía Crucis realizado con participantes de la escuela de Polivalente de Arte, bajo la conducción de Monseñor Puyelli. Luego de casi 18 años, la FEV contribuyó a restaurar el Vía Crucis, con el bono contribución de los meses de verano, que se instalo como prueba piloto, para los turistas que visitaban la Reserva de Mogote Bayo. En marzo del 2010, una cruz de madera tallada y realizada por el artista escultor Juan Carlos Ortega, quien siempre participó y colaboró con la Reserva, desde los inicios allá en 1991, fue emplazada con la participación de los integrantes de la comunidad que años atrás trasladaron la Cruz de Mogote Bayo a la cima del cerro. Por voluntad de la comunidad católica, la nueva cruz fue colocada al finalizar la 14° estación para facilitar el ascenso de los visitantes, ya que muchos, no pueden alcanzar en una caminata ascendente a pie la histórica cruz que se sitúa en el Cerro Mogote Bayo, por encontrarse 1500 metros sobre el nivel del mar. Por la donación de un directivo del Coordiep, se pudo cristalizar la voluntad de todos. Este proceso de puesta en valor y cuidado ambiental de la Reserva se puso en marcha con la construcción del sendero histórico cultural, Vía Crucis y la restauración de la cruz de Mogote Bayo. Por ultimo, como proyecto mancomunado con toda la comunidad católica, se buscará realizar el oratorio donde se colocara, el Vitro del Sagrado Corazón, bendecido por nuestro querido Pablo Tissera, que fue quién creó, con el esfuerzo de parte de la sociedad, el primer secundario de la Villa Merlo. El oratorio será motivo de unión para todos los que lo conocimos, como un homenaje hacia él, ya que dejo una impronta muy grande y el afecto de él hacia Merlo y viceversa. Leer Historía de la cruz de Mogote Bayo, de Juan Carlos Ortega |
Relaciones Externos
Empresa Patrocinante del Proyecto:
Empresas que Colaboran:
Fundación Keidanrem:
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Reconocimientos, Convenios, y Auspicios
Convenios del Proyecto • Ministerio de Medio Ambiente de la provincia de San Luis • Universidad Nacional de San Luis • UBA Facultad de Ciencias Veterinarias • Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable • Cooperativa de Provisión de Agua Potable Merlo LTDA • Instituto Nacional de Tecnología Industrial • Universidad de la Punta Auspicios del Proyecto • UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) • ONU (Centro de Información de Naciones Unidas para Argentina y Uruguay) • IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación) • Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación • Facultad de Farmacia y Química de la Universidad Nacional de San Luis. • JICA (Agencia de Cooperación Internacional del Japón) |
Reconocimientos LA PERMANENTE TAREA A FAVOR DE LA CONSERVACIÓN: En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la Municipalidad de la Villa de Merlo, entregó distinciones a Mujeres que se han destacado en su actividad a favor de la construcción de una sociedad mas justa, basada en valores. Y el reconocimiento al ser las mujeres por su naturaleza las que mas participan de la vida en las organizaciones de la sociedad. Entre otras recibieron menciones: el Cuerpo Femenino de Bomberos Voluntarios de la Villa de Merlo, por el Centro Universitario la Señora Alicia García, docente, artista plástica, quien junto a Ana Mónaco de Di Meola, inició las gestiones que desembocaron no sólo en que la Villa tuviera la primera carrera universitaria, Técnico en Jardines y Paisajismo, sino que a raíz de ello se instaló definitivamente en la Villa el Centro Universitario de la UNSL. Mirta Ceballos y Viviana Palestrini, artistas plásticas responsables de la creación del Encuentro Anual de Pintores Paisajistas, muchas otras dedicadas al voluntariado y a la tarea social, profesionales, etc. Ana Mónaco de Di Meola Presidenta de la FEV, fue reconocida por la permanente tarea a favor de la conservación del patrimonio natural, la educación y la gestión de acciones a favor de la Comunidad. A través de la RESOLUCIÓN Nº 927 HCD 2008 el Programa Educativo Aprendiendo en Verde, Reserva Mogote Bayo, fue declarado de interés municipal por el Honorable Consejo Deliberante de la Villa de Merlo. Diario de la República Destacados 2008: La Fiesta de los Destacados 2008 se trasladó hasta la ciudad de Villa Mercedes y allí El Diario de la República distinguió a los hombres y mujeres que se destacaron en la sociedad sanluiseña por sus valores de solidaridad, esfuerzo, innovación, perseverancia y responsabilidad social. Entre los destacados figuró el Programa Educativo Ambiental Aprendiendo en Verde que se aplica en la Reserva Mogote Bayo. Representando a la FEV recibieron el reconocimiento Irene D'Amico y Alejandro Suyama |